Las cinco historias más aterradoras para Halloween 2020

Mi familia es muy religiosa, cada día rezamos todos juntos, y creo que esto tiene relación con lo que sucedió.

Mi hermana mayor se casó el día 5 de setiembre de 2018, y toda mi familia estábamos en nuestra casa celebrándolo. Cerca de las 8 de la tarde mi hermana pequeña subió a la primera planta para ir al baño. El baño solo disponía de una ventana de cristal, con lo cual podías ver lo que pasaba fuera. Mi hermana dijo que escuchó como un picoteo muy extraño en el cristal, como si fuera la uña de alguien rascando contra la ventana para intentar llamar su atención, pero eso era imposible ya que no había nadie.

Mi hermana llamó a mis padres para que subieran a escuchar ese ruido, quienes también escucharon ese sonido tan misterioso. Mi padre decidió bajar al patio exterior, donde daba la ventana, pero tampoco observó nada fuera de lo normal. Fuera lo que fuera no se veía ni desde dentro ni desde fuera de la casa. 

Tras dos días seguidos de escuchar ese rasguño cada vez que alguien iba al baño, mi padre decidió comprobar las cámaras de seguridad que teníamos instaladas en casa y observó una sombra que se movía alrededor de la ventana, cual cosa, según él, tenía relación con el diablo.

Al día siguiente decidimos hacer las maletas y fuimos a vivir al pueblo más cercano, para que esa cosa extraña no nos volviera a hacer pasar un mal rato.

Una noche, mis amigos y yo, decidimos hacer un tablero para jugar a la ouija. Otras veces ya lo habíamos hecho y no nos había funcionado ni pasado nada extraño. Pero esa noche, concretamente la noche de Halloween de 2013, estábamos los 7 alrededor del tablero y ese día todo fue distinto.

El tablero empezó a mover el vaso y a deletrear palabras mal escritas todo el rato, palabras que nos contaban la cruda realidad de la propiedad en la que nos encontrábamos. El espíritu que se había apoderado de nuestro tablero, nos contó que era un chico de 10 años que había muerto quemado, en la misma propiedad que nos encontrábamos, durante los años 80. Estábamos temblando pero pensábamos que era uno de los 7 el que estaba moviendo el tablero para que el resto nos asustaramos.

Finalmente, uno de mis amigo preguntó al espíritu si podía hacer algún gesto para que supiéramos que estaba allí junto a nosotros, nos dijo que sí. Todos estábamos en silencio cuando de repente la ventana se cerró y todas las luces se apagaron.

Nos fuimos corriendo de la casa donde nos encontrábamos y nunca más volvimos a entrar ni a jugar a la ouija.

En 1992, un estudiante japonés de intercambio que se encontraba en Louisiana, llamó a la puerta equivocada cuando estaba yendo de camino a una fiesta de Halloween.

El estudiante japonés, se equivocó de puerta y salió un hombre armado con una motosierra puesta en marcha, él pensó que ese hombre era parte de la decoración del ambiente y decidió entrar en la casa. 

Una vez dentro de la casa, el estudiante no volvió a salir nunca más.

La madre de mi mejor amigo era fotógrafa y muchas veces nos llevaba a lugares con paisajes increíbles para poder tomar fotos. Nosotros jugábamos mientras ella sacaba fotos.

Un día una pareja la contrató para que les sacara fotos delante de una casa abandonada, ese día también fuimos con ella. Cuando llegamos al lugar, observamos la típica mansión abandonada que sale en las películas de terror. Mi amigo y yo, decidimos entrar dentro mientras su madre les tomaba las fotos. Una vez dentro de la casa empezamos a tener la sensación de que había alguien más que nosotros dos dentro de la casa, pero no le dimos más importancia.

Luego acompañamos a la madre de mi amigo a revelar las fotos y fue allí donde las cosas raras empezaron a suceder. Al principio parecían fotos de una pareja de enamorados, pero después las miramos detalladamente y vimos cómo se veían todo de sombras dentro de la casa. Nos habíamos pasado el día rodeados de espíritus. 

Desde ese día la madre de mi amigo dejó de hacer fotos.

Era la noche de Halloween de 1857. Una pareja se estaba preparando para ir a dormir, cuando de repente sonó el timbre de su casa. Era tarde pero el hombre decidió bajar a abrir la puerta, dispuesto a repartir más golosinas. Cuando abrió la puerta se encontró a un hombre con una máscara que le disparó en el pecho y lo mató. 

Esperamos que con estas historias de Halloween cortas el terror inunda entre todos tus invitados y disfrutes de la noche más terrorífica del año de la mejor manera posible. De seguro que con estas leyendas de terror vas a sorprender a todos. Además recuerda ambientar tu casa lo más tétrica posible, asimismo puedes hacer un concurso, entre todos tus asistentes, de pintacaras, de máscaras, de disfraces,... ¡Que el terror sea el principal protagonista de la noche!