Habra Kadabra?

Esta tal vez sea la peor explicación de un show de la historia, pero vamos a intentarlo.

Hartos de espectáculos sobrevalorados, con grandes expectativas, luces de neón, montajes estratosféricos y presentaciones a lo Broadway hemos ideado un espectáculo más digno de una noche de fiesta que de un teatro de Las Vegas.

Este show no lanza ningún mensaje y si lo hace, lo hace tan lejos que no os dará tiempo a leerlo.

Hay magia y humor para todos los públicos, en especial para seres humanos aunque no descartamos hacer gracia a alguna morsa e incluso a algún sauce llorón. Pere Rafart es un mago con tanto talento que es capaz de desperdiciarlo así, junto a un monologuista, Paco Hernández, venido a menos (si es alguna vez fue a más) y con un bombardeo constante de improvisación, chistes malos, juegos de palabras y haciendo que el espectador, ese que tanto busca un espectáculo que le cambie la vida, disfrute y ría durante todo el rato.

Ni analizamos los principios del escapismo ni buscamos los límites del humor. Pero nos reímos de todo y nos escapamos por los pelos cuando el show no gusta.

Eso sí, vamos a divertirnos. Garantizado. Cuando consigues impresionar y hacer reír desde un niño de 6 años hasta a una abuela de 90 puede ser por dos cosas: El espectáculo es más bueno de como lo definimos o bien al acabar repartimos caramelos.

Sólo os quedará comprobarlo.

Confetis para todos